SÉPTIMO INNING
Richard Gómez
@richard1969
Cardenales
de Lara y Bravos de Margarita acaban de realizar uno de los cambios más
importantes de los últimos años en la LVBP. ¿Por qué salir de un jugador como
Luis Jiménez? Bueno las razones existen desde el punto de vista deportivo y
personal. Si bien Jiménez es uno de los toleteros más intimidantes y rendidores
de la Liga, sin embargo, su carrera en Corea hace que uno tome previsiones.
Jiménez pudiera obtener un lucrativo contrato en el lejano oriente que a la
edad de 32 años no sería nada despreciable. Dicho contrato aseguraría el futuro
económico del jugador y pondría en vilo su posibilidad de jugar por mucho
tiempo en Venezuela. Por otro lado, Jiménez está haciendo un gran esfuerzo
jugando con una lesión en su rodilla izquierda. En algún momento, Jiménez
tendrá que descansar para poder seguir jugando en alto nivel en Corea. Eso
también se puso en la balanza. Para Cardenales era necesario obtener algunos
jugadores que pudieran estar la mayor parte posible disponible para el equipo y
que además, tuvieran armas que sirvieran para hacer daño. Carlos Rivero, es un
jugador que parece haber perdido su proyección como prospecto y eso se inició
cuando los Nacionales de Washington lo invitaron a los entrenamientos de
Grandes Ligas en el 2011 y no le dieron la oportunidad. Rivero perdió la
confianza y cayó en un bache ofensivo del cual le ha costado salir. Sin
embargo, en Venezuela, ha tenido campañas de 10 y de 8 jonrones, por lo que uno
puede pensar que tiene el talento para poder despertar y ser consistente en
algún momento de su carrera. Cesar Hernández, por su parte, fue la pieza clave
que buscaba Cardenales. Un pelotero que debutó en Grandes Ligas a los 23 años,
batea a las dos manos y tiene velocidad. Sus herramientas parecen estar más
adaptadas a este nuevo beisbol, donde la habilidad y el contacto, están por
encima de la fuerza. Hernández puede jugar con solvencia, diferentes posiciones
y eso es un gran plus. Probablemente esta dupla no pueda igualar los jonrones y
las empujadas de Jiménez en una campaña, pero le dan al Cardenales flexibilidad
en la defensiva como en la ofensiva. Siempre es mejor tener dos buenos, que uno
estrella. Para los Bravos, la obtención de un slugger como Jiménez le permitirá
darle fuerza a su line up lleno de buenos bateadores. Margarita tiene varios
jóvenes de mucho contacto y que se embasan con frecuencia. Esta cantidad de
gente en las almohadillas, le permitirá a Jiménez, poder remolcar muchas
carreras. Mario Martínez fue firmado como un prospecto. Tiene fuerza y su
defensa llegó a ser catalogada como grandes liga. Tal vez pueda desarrollar su
talento en la isla. En todo caso, por ahora ambos equipos reciben lo que
buscaban. Lara más hombres para su line up, Bravos un bate de fuerza. Veremos
que pasará a partir de octubre.
Se fue Tony Gwynn
Lamentablemente
a la edad de 54 años murió Tony Gwynn, de quien se pudiera decir fue el último
bateador puro del beisbol. Debutó a los 22 con los Padres de San Diego en 1982.
Su primera temporada como regular fue en 1984, cuando ganó su primer título de
bateo y bateó 213 hits. En 20 años como bigleaguer, Gwynn dejó average de .300
o más en 10 ocasiones. Ganó 8 títulos de bateo, y en cinco ocasiones superó los
200 hits. Sin tener el aspecto de un atleta como tal, este “gordito”, ganó
cinco Guantes de Oro y en cuatro ocasiones se robó treinta bases o más. El
contacto de este extraordinario bateador fue tan excelente que su mayor
cantidad de ponches en una temporada fue de 40, con 578 apariciones en el
plato. Tal vez su carrera no fue tan mediática porque jugó en un equipo de bajo
perfil como los Padres, pero fue tanta su calidad que lo llevó al Salón de la
Fama con un 97% de los votos. Gwynn fue comentarista de ESPN y trabajaba como
coach de los Padres de San Diego cuando por la muerte le llegó. Su excesivo
consumo de tabaco masticado le produjo cáncer y por allí se le fue la vida a
este extraordinario jugador. Su hijo Tony Gwynn Jr tendrá ahora que mantener el
legado de su padre.