miércoles, 23 de abril de 2014

Para un pitcher, mejor un fly que un rolling ¿mito o realidad?

Séptimo Inning y algo más
Richard Gómez

Muchos analistas o estudiosos del beisbol, sabermétricos y comentaristas, dirán que es una aseveración traída por los cabellos, carente de lógica yha hasta burda. Pues tienen razón, pero en todo caso, es algo que tal vez los haga pensar en poco y seguramente, intentarán demostrar con análisis científicos, que es al revés todo el asunto. Pero desde que uno entra a un campo de pelota con intenciones de jugar, los instructores y técnicos no se cansan de repetir: ¡batea hacia abajo! ¡No levantes la bola! ¡Haz swing recto hacia el medio! etc.  Esto le quita a uno la emoción de tratar de dar un jonrón o de llevar la pelota lo más lejos posible, pues sólo dando elevados puedes conseguir cumplir estos sueños.  Por lógica uno entiende que para ser un buen bateador, debe conectar por el piso la mayor cantidad de batazos posibles o en todo caso, tratar de no elevar mucho las conexiones. Esto también cobra mucho sentido, si uno puede correr bien. Un toque de pelota, un machucón, en rodado lento o bien atravesado, tienen o son en la mayoría de los casos, imparables. Hasta acá todo parece correcto, las cosas se enredan cuando escuchas a los técnicos de pitcheo. ¡Mantén la bola bajita! ¡Lanza adentró para que no estire los brazos! ¡Los rompientes contra el piso! Es decir, dan una serie de indicaciones que parecieran ayudar a los bateadores a darles por el piso, tal como quiere el coach de bateo. Parece una incongruencia total, pero hay una creencia falsa o no, la cual dice que los lanzadores más dominantes son los que reciben más batazos de rolling, porque entre cosas, evitan los jonrones, el batazo más dañino en la pelota. ¿Es verdad esto? Desde el vamos pareciera que no. En el infield, para coger los roletazos mayormente, hay hasta cinco fildeadores. En el outfield apenas tres. Ya por ahí uno concluye que es mejor batear para atrás porque hay menos gente o que los rodados son más difíciles de agarrar y por eso hay tantos defensores. Evidentemente hay más gente en el infield, porque allí están las bases y es por allí deben circular los corredores para anotar carreras. Pero todo pensamiento original es válido. Un infielder, en un 99,99% de los casos, siempre comete más errores al atrapar los rodados, que los outfielders atrapando los elevados., además, en ese mismo porcentaje ocurren los errores en cuanto a tomar un batazo, es decir, cualquier fildeador, se equivoca más veces intentando tomar batazos por el piso que por el aire. La real validez de los rollings es que son la conexión con la cual se hacen más jugadas de doble out, circunstancia que por el batazo mismo, no es posible, sino que dependen de otras cosas. En todo caso, la respuesta a toda esta divagación, la tienen los pitchers. Y es allí donde encontramos más razones para decir que no es cierto que para ser un mejor pitcher, tienes que tener más batazos de rollings que de fly. Generalmente una bola mal golpeada sale de fly, mientras que un rolling mal conectado, generalmente es un hit. Haciendo un ejercicio corto, revisamos a los 10 lanzadores más dominantes en las Grandes Ligas y le contabilizamos la cantidad de ground ball y fly balls obteniendo estos resultados:
Nombre
Rollings
Fly
%
Clayton Kershaw 2013
305
314
0.97
Adam Wainwright 2014
43
50
0.86
Yu Darvish 2014
24
53
0.42
Max Scherzer 2014
25
33
0.74
Félix Hernández 2014
43
47
0.91
Justin Verlander 2014
46
57
0.81
Aníbal Sánchez 2014
24
29
0.83
Masahiro Tanaka 2014
37
37
1.00
José Fernández 2014
28
39
0.72
Julio Teherán 2014
45
62
0.73


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