Richard Gómez
Hoy en día encontrar peloteros completos que puedan batear y lanzar con la misma calidad es bastante complicado. Tal vez en las categorías menores, un jovencito pueda ser buen bateador y lanzador, pero que tengan herramientas suficientemente llamativas para los buscatalentos, es algo superlativo. Bueno, el caso de Víctor Sánchez es de estos. Con apenas 16 años y un físico que impresiona, este oriundo de Barlovento, pero desarrollado en Caricuao, inició su carrera de jugador siendo un temido bateador. “Siempre jugué los jardines y siempre fui un buen bateador. En mi primer año como infantil quedé campeón bate en el torneo nacional, repetí en mi primer año como júnior. Soñaba con ser como Torii Hunter”, nos comentó este muchacho de sonrisa inocente, que de un día para otro vio como su mundo cambiaba.
El mejor prospecto del Caribe
Carlos Gaviria recibió a Víctor cuando este tenía diez años. Sabía que podía batear, pero también sabía que su futuro estaba en otra posición. No fue un invento de él cambiarlo de la noche a la mañana, fue una lógica conclusión luego de años de experiencia.
“Desde los 12 años estoy manejando jugadores. Mi organización “Los Gaudy” tiene 27 años en la pelota menor y eso te da mucha experiencia. Víctor es un muchacho muy inteligente con mucha seguridad en lo que hace. Cuando lo probamos como lanzador me impresionó su velocidad. Con apenas 16 años ya estaba tirando sobre las 92 MPH, pero no sólo fue eso, sino que además, lanzaba con una naturalidad increíble”, dijo Gavidia, quien se empeñó en que Sánchez se olvidara de los jardines. “Al principio no me gustaba la idea, pero ya estoy mentalizado para lanzar”, confesó el jugador.
n Siempre le dije que era lo mejor para su futuro. Como lanzador iba a ser más interesante que como outfielder, además, ya habíamos estado en República Dominicana y ningún pitcher de los que vimos tenía las herramientas de Víctor. Si bien es cierto que podía había sido firmado como jardinero, decidimos lo mejor para él y su familia.
El talento de este mirandino lo llevó muy rápido a la Selección Nacional, en la cual comenzó como jardinero y terminó siendo el lanzador número uno, incluso por encima de su compañero Adonys Cardona. Precisamente fue en un torneo panamericano defendiendo a Venezuela cuando Víctor supo que podía ser un gran lanzador. “Era el right field titular de Venezuela y en un momento necesitábamos un pitcher para enfrentar a Puerto Rico. Me eligieron a mí y en los primeros siete innings no me habían dado hits ni anotado carreras. Finalmente perdí por un pasball, pero ese juego es inolvidable”.
Carlos Gavidia tocado por los dioses
Para muchos preparadores de jugadores es difícil poder presentar talentos que sobrepasen lo común o mejor dicho, tener bajo su control a los mejores disponibles para un año determinado. Carlos Gavidia, el entrenador forjado en el seno familiar de “Los Gaudys” ha tenido la suerte hasta ahora, de poder ver crecer a dos de los mejores prospectos venezolanos de los últimos tiempos. “¿Qué te puedo decir? Sólo trato de hacer un buen trabajo y darles a los muchachos no sólo herramientas de jugador, sino de ser humanos. Para nosotros la humildad y el trabajo son los dos factores principales. Tanto Cardona como Sánchez han crecido en mi casa. Imagínate con ellos dos nadie nos ganaba. Con Sánchez hemos estado más unido, pero los dos son tremendos muchachos”. Gavidia nos comentó que es difícil poder mantener a los muchachos lejos de las malas situaciones por la gran inseguridad que se vive en el país. “Para evitar problemas decidimos entrenar con Víctor a las seis de la mañana todos los días. Él sabe como es todo y gracias a Dios es un muchacho tranquilo. Ahora ya cumplió su primera meta que era firmar, ahora le toca forjarse su destino”. Gavidia nos dijo que la firma de Sánchez fue luchada entre Toronto y Seattle y al final se decidió por estos últimos. “Toronto lo veía más como outfield, Seattle como pitcher. Además, los Marineros nos dieron una buena oferta y sabemos que ellos trabajan muy bien con los jóvenes”.
Ahora a caminar sólo
Sánchez sabe que ahora en adelante el camino que viene tiene que transitarlo sin la compañía de sus mentores, pero no le teme al reto. “Ahora viene el trabajo. Quiero llegar lo más rápido posible y demostrar que puedo ser bueno”, comentó el corpulento joven, quien tienen gran parecido a Michael Pineda, lanzador de los Marineros. “Este año iré a la Liga Instruccional y luego en Enero a un minicamp. Ya estor acostumbrado a viajar porque he ido a varios torneos internacionales y nacionales”. Por cierto Sánchez es pieza importante del seleccionado nacional que irá al Mundial de México en los próximos meses. Aficionado del Caracas y de Boston, Sánchez siempre mantiene comunicación con Cardona, su amigo de infancia y posible compañero con el Caracas. “Me gustaba el Caracas desde pequeño, por eso firmé con ellos. También me gustaba Boston, pero con Seattle estoy contento”.
“Para su edad, sabe lanzar y tiene mucha personalidad en el montículo. Creo que esas herramientas nos llamaron más la atención que su velocidad. Tiene una gran mecánica y para nosotros es superior a cualquier otro lanzador firmado”, dejó claro Emilio Carrasquel, Jefe Máximo de los Marineros en Venezuela y Sur América. Con esta adquisición y la de José Leal, Seattle sigue siendo la mejor opción para los talentos criollos. Desde que Omar Vizquel fue el primero en debutar en las Grandes Ligas con esa organización, por allí han pasado entre otros: Freddy García, Carlos Guillén, Asdrúbal Cabrera, Jesús Guzmán, Luis Valbuena, José López, Cesar Jiménez y por supuesto Félix Hernández. “Creemos mucho en el talento venezolano y estamos seguros que muy pronto Venezuela será el país con mayores prospectos en los Estados Unidos”, concluyó Carrasquel. Sánchez por ahora comenzará a soñar como será su carrera sin olvidar en ningún momento, hacer algunos swing con el bate, pues esa nunca dejará de ser una alternativa.
