Richard Gómez
Este record de 11-11 que tiene Cardenales se puede decir que es una bendición con la cantidad de cambios e infortunios que ha tenido el equipo. La primera semana de 5-1 sigue siendo la salvación, pues de allí en adelante, se está jugando para 6-10. En esta temporada mucho más que en otras, Cardenales ha echado mano de su cantera y hasta los juegos del domingo habían debutado entre otros: Néstor Molina, José Jiménez, Vicente Campos, Luis Unda, Edlando Seco y otros han jugado por primera vez como titulares como Edilio Colina y Mario Martínez. Los resultados de estos ensayos han sido en si mayoría exitosos, lo que demuestra que no hay tener miedo a la hora de probar. Y es que este el momento justo para realizar estos movimientos, ya que todavía no se llega a la mitad del torneo y el club está metido en la clasificación. Este refrescamiento del roster y el asomo de nuevas figuras, tiene emocionado a más de uno en la calle y pareciera ser la fórmula para competir. Cardenales tiene pitcheo para competir y por ahora, sólo hay que ajustar las piezas a la ofensiva para ganar con mayor frecuencia. Jugadores olvidados en el banco como Oswaldo Navarro y Edwar González también se han contagiado y eso ha creado un nuevo perfil del club. Es ahí donde se ha hecho sentir la mano de Tamargo y su staff de coachs.
Lunares de Tamargo
Pasada las primeras cuatro semanas de campeonato, la evaluación que podemos hacer del manager John Tamargo es altamente positiva. Ha logrado rotar bien a sus hombres, le ha dado oportunidad a casi todos y cuando ha tenido que mover a los pitchers lo ha hecho con mucho acierto. Sin embargo, no siempre todas las cosas han sido positivas y tal vez estemos buscando más allá de lo que importa. Pero bueno, es válido el ejercicio para entender o explicar un poco a qué juega Tamargo. Tal vez el lunar más grande ha sido la insistencia con Luis Ugueto, un jugador que cuando está bien y sale al terreno todos los días, es rendidor. Pero resulta que Ugueto tiene casi dos años sin jugar con frecuencia y sin duda eso le ha pegado mucho. En 23 turnos apenas ha dado tres hits y si bien tiene un alto porcentaje de embasado de .429, vemos lo inútil que a veces resulta esta estadística, ya que con 4 anotadas y 1 empujada, Ugueto no ha sido factor en las bases. Estamos seguros que Ugueto se puede recuperar porque está trabajando para ello, pero en esta parte de temporada, su uso debe ser con más cuidado. Otro elemento que llama la atención es la utilización de Nestor Molina. Si bien es cierto que el joven derecho ha lucido un mundo, la semana pasada fue llamado contra tres zurdos seguidos y le dieron tres imparables. Molina tiene un average en contra de .450 contra bateadores de esa mano, por lo que se debe tener presente esta estadística a la hora de llamarlo y además, está lanzando muy seguido. Edilio Colina se ha caracterizado por ser un bateador detrás del corredor y si tienes a Hernán Iribarren en primera o segunda, es o parece más factible dejarlo batear que sacrificar a Colina antes del quinto ininng. “Soy un bateador de banda contraria y me gusta hacerlo detrás del corredor”, nos comentó Colina, quien pareciera ser el ideal en jugadas de bateo y corrido. Las otras situaciones que pueden ser criticables, no son culpa de Tamargo, sino que forman parte de la estructura del club. Repetimos para dejar claro, la evaluación que se puede hacer con respecto al manager es muy positiva, sólo mostramos algunas cosas que nos llamaron la atención.
Valbuena y su slump
Luis Valbuena tuvo un año explosivo en el 2008, llegando a las Grandes Ligas, pero desde el 2009, los batazos se han perdido, y su promedio no ha podido llegar a los .220. Los Indios de Cleveland le dieron todo el chance del mundo para quedarse como segunda base regular y aquí en Cardenales, la paciencia ha sido silenciosa. Valbuena tiene un hit en sus últimos 25 turnos, y su bate es el de mayor jerarquía en este Cardenales. “Cuando un bateador le da bien a la bola y esta no cae, no importa, porque tu trabajo es darle bien. Pero al no caer el average baja, vienen las críticas, el desespero y el hacer malas selecciones de pitcheo. Eso mismo le está pasando a Valbuena, quien ahora mismo está luchando por el average”, nos comentó José Castro, coach de bateo del Cardenales, en relación al prolongado slump de Valbuena. “Cuando se te mete esto en la mente es lo peor. Quieres dar tres hits en un solo turno y eso es imposible. Lo mejor para él es que caigan algunas conexiones y mantenga en su cabeza darle bien a la bola y no en el average”, concluyó Castro. En todo caso, Tamargo está llevando bien a Valbuena, dándole la confianza, pero mostrando que a la hora de sentarlo no le temblará el pulso.
Paciencia con Evans: ¿Hasta cuando?
Si alguna decisión es difícil para Cardenales es salir de Tom Evans, una especie de Robert Pérez importado. Su temporada actual deja mucho que desear, tiene ocho empujadas y batea .190. Con un Cardenales que no produce la falta de un bate importado es lo que más se necesita. Pero los que conocemos a Evans, siempre vamos a esperar ese despertar. Nadie deja de batear de un día para otro, pero tampoco nadie es capaz de batear muy bien sin jugar como la he hecho Tom en los dos últimos años. Su punto a favor es que no es solamente él quien no está produciendo, tal vez ese line up dormido sea la causa principal de no poder ver mejores pitcheos para batear. En todo caso, la mitad de temporada dictará el futuro de este gran jugador.
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