viernes, 30 de abril de 2010

Las cinco mejores campañas de jugadores venezolanos de posición

El amigo Manuel Tortolero nos preguntó cuáles eran los cinco mejores campañas de jugadores venezolanos de posición. Pregunta complicada cuya respuesta tendrá mucho de subjetividad y seguro no le gustará a nadie por completo. Pero aceptamos el riesgo y comenzaremos con la primera hasta la quinta en orden cronólogico, sin desmeritar a ningún otro compatriota que haya sobresalido en este tiempo pero que no podamos considerar.
1- Cesar Tovar 1970 Minnesota
Muchos dirán que la mejor campaña de Tovar fue cuando dio 204 hits y bateó para .311, pero viendo las cosas de manera más global -no se si me está afectando la sabermetría de mis compañeros tuiteros-, la campaña de 1970 fue la primera gran temporada de un jugador criollo en las Grandes Ligas, com todo y que en 1956 Luis Aparicio fue Novato del Año. Bueno, Tovar en ese año, fue líder en dobles y triples en la LA con 36 y 13, además, bateó 195 hits, anotó 120 veces y se robó 30 bases para dejar un average de .300 exactos. Como se puede ver números muy completos para este extraordinario jugador caraqueño.
2- En 1984 Antonio Armas
el nateivo de Puerto Píritu sacudió el mundo de las Grandes Ligas al conectar 43 jonrones con los Atléticos de Oakland. En esa campaña, el slugger oriental, fue líder de la Americana con 43 cuadrangulares, 123 empujadas 339 bases alcanzadas y 156 ponches. Su .OBP fue apenas de .300 y recibió sólo 32 boletos, lo que seguramente le quitará méritos con los nuevos análisis que hay para evaluar jugadores, pero a nosotros nos parece una gran temporada.
3- Andrés Galarraga 1996 Colorado.
Aqui nuevamente nos pondremos bajo la lupa ya que no consideramos el título de bateo de Andrés. Sin embargo, la temporada de 1996 fue una de las mejores de pelotero alguno en las década de los 90. Galarraga no sólo bateó 47 jonrones, sino que remolcó 157 carreras en un club que tuvo un .OBP colectivo de apenas .355 y que tres jugadores más sobrepasaron la cifra de 100 empujadas. Galarraga además, anotó 119 veces y dejó un average de .304. Claro jugaba en Denver donde el viento según los días y etc te hace mejor bateador. Bueno nadie lo ha vuelto a hacer en esa misma ciudad.
4- Magglio Ordoñez Detroit 2007
Esta sin duda ha sido la mejor temporada de un jugador venezolano en la historia de las Grandes Ligas. Magglio Ordoñez, no sòlo fue campeón bate con .363, sino que dio 216 hits, 54 dobles, 28 jonrones,139 carreras empujadas, 117 anotadas y para los sabermétricos, .435 de OBP. .595 de Sluggins, 1026 de OPS y otras siglas más. Ordoñez quedó segundo en la votación de MVP en la LA.
5- Richard Hidalgo. Astros 2000. Esta fue la que más costó, pero al final nos quedamos con el magallanero. Ese año bateó para .314, con 44 jonrones y 122 carreras empujadas. Anotó 118 veces y dio 42 dobles. Su OPS fue de 1028.
Sin duda que la selección puede tener diferentes gustos, ya sabremos su aceptación a través del twitter o de sus comentarios.

lunes, 26 de abril de 2010

Henderson Vs Ichiro parte III

A través de nuestra cuenta de twitter, hemos sostenido una interesante discusión en relación a quién ha sido el mejor primer bate de la historia entre Ricky Henderson e Ichiro Suzuki. En verdad, el meollo del asunto no es ver cual es superior al otro, sino ver que el average es todavía una herramienta que te mide como jugador a pesar de que los sabermétricos cada vez más tratan de despreciarlo. Mi posición en relación a esto dos jugadores es que Henderson fue muy bueno y tuvo una carrera de 25 años, muy larga con dos grandes picos. Suzuki llegó a las Grandes Ligas a los 27 años y tal vez de aquí en adelante sólo juegue tres temporadas más, si acaso. El colega Efraín Ruiz nos explicó porque para él Henderson es el mejor, pero su trabajo deja algunas brechas de subjetividad muy grande y no toma o no quiere tomar en cuenta, valores donde el nipón demuestra toda su grandeza. En primer lugar Ruiz nos dice que es inadecuado evaluar los primeros nueve años de cada uno porque Henderson debutó a los 20 años, siendo un “jovencito” y Suzuki ya era una estrella en Japón. Le recuerdo al colega, que Babe Ruth, Ty Cobb, Hank Aaron, Ted Williams, Pete Rose, Stan Musial, también eran muy jovencitos, algunos más que Henderson y eso no impidió que desde su primer año fueran estrellas. Por otro lado, Henderson creció en el sistema deportivo de los Estados Unidos y hablaba su misma lengua. Ichiro llegó de una cultura tan diferente como la japonesa y con un traductor. Y el propio Efraín sabe lo difícil que es estar fuera de casa, así se viva en Nueva York. Por eso no creemos que tenga ningún peso la edad a la hora de comparar. En unos de los pasajes de su escrito Ruiz toca el tema de las carreras empujadas de manera errónea, pues nuestra posición es que de nada estar en las bases, si nadie te trae al home plate. Y ese ha sido el gran problema de Ichiro. Sólo una vez Seattle ha sido el mejor equipo ofensivo de la Americana y en dos ha estado entre los tres primeros. Si bien Efraín nos explica que en 25 temporada Henderson jugó para equipo últimos en anotados por cinco años, sin querer nos deja abierta una puerta que acerca más cosas. Henderson tuvo dos temporadas excepcionales, donde anotó 146 y 130 carreras. La primera fue en 1985 con los Yankees, equipo que fue tercero en average de la LA y cuarto en anotadas. Don Mattingly empujó 145 carreras, DAve Winfield 114 y Don Baylor 94. En 1986, Henderson anotó 130 con el mismo club, donde Mattingly trajo 123 y Winfield 104. Los Yankees terminaron 2º en average, 4º en anotadas y 3º en jonrones de la LA. Esta suerte nunca la ha tenido Ichiro. Sacando estas dos tremendas campañas de Henderson, no hay muchas en las que supere al japonés de manera tajante para decir que fue “bastante mejor Henderson”. Por otro lado, lo hecho por Ichiro en sus nueve primeras temporadas en la pelota, no la ha hecho nadie en la historia de las Grandes Ligas. Ni Ted Williams, ni Stan Musial, ni Pete Rose, otro gran primer bate, ni Ty Cobb y ni siquiera Hank Aaron. Ninguno de ellos, circunstancialmente o no, batearon 200 hits ni anotaron 100 o mas carreras en sus primeros 8 temporadas en las Grandes Ligas. Por otro lado, vale la pena hacerse una pregunta: ¿Con hombre en posición anotadora, usted a quien prefiere: A un primer bate con .OBP de cuatrocientos pero average de .290 o un bateador de .330 con .OBP de 378? En otras palabras, qué prefiere un manager: Un jugador que tenga más posibilidades de llegar a primera por BB, hecho que depende del descontrol del pitcher y de la apreciación del árbitro, o un bateador que pueda mantener un promedio de 230 hits por temporada. En verdad las dos escogencias, serían valederas, pero el decir que Henderson en mejor que Ichiro por mucho es una aseveración llena de arrogancia y de falta de criterios claros, pues lo que he hecho uno en apenas nueve años de carreras, no lo hizo el otro en 25.

viernes, 23 de abril de 2010

Rickey Henderson o Ichiro Suzuki...

A propósito de la interesante discusión que se planteó luego de mi respuesta a Ignacio Serrano, el amigo Efraín Ruiz, en una muy buena defensa de su gusto por la sabermetría, dijo que él valoraba más la capacidad de embasarse de Rickey Henderson que los hits de Ichiro Suzuki. Me llamo mucho la atención esto y me puse a investigar un poco. A primera vista pareciera una locura comparar al mejor primer bate de la historia, hasta ahora, con el japonés. Sin embargo, según como veo las cosas, Ichiro no tiene nada que envidiarle a Henderson a menos que sea la longevidad en el juego. Suzuki también será miembro del Salón de la Fama y en la mitad de años que jugó Henderson. Comparamos y a mi amigo efraín le encanta este ejercicio, los números de ambos en sus primeros nueve años de carrera, sin tomar en cuenta categorías estadísticas más ajustadas a bateadores de grueso calibre que a primeros bates, eso si, tomaremos en cuenta el OBP. tan venerado, que hoy muchos pretenden ponerlo por encima del average. Veamos: Henderson en sus primeras nueve campañas bateó para .290 con un OBP de .399, es decir por debajo de los .400 que han colocado los sabermétricos como mínimo para considerarse bueno. En sólo seis ocasiones anotó 100 o más carreras, cinco de manera consecutiva y en tres temporadas tomó 100 o más BB, amén a sus tres campañas de 100 o más bases robadas. En cinco de esas primeras nueve campañas, su promedio de embasado fue superior a los .400. Siete veces fue líder en robos de la Liga Americana y tres veces en anotadas. Henderson revolucionó su época con la velocidad.

Ichiro por su parte, tiene nueve temporadas seguidas bateando sobre trescientos, dando más de 200 hits y en sus primeras ocho, anotó 100 o más carreras. En una sola ocasión tuvo un OBP superior a .400. Ha ganado dos títulos de bateo, nueve Guantes de Oro, un MVP pero nunca ha ido a una postemporada, mientras que Henderson estuvo en una. Ojo estamos hablando de los primeros nueve años de cada uno. Por categorías, Ichiro es superado por Henderson en jonrones, bases robadas, boletos y porcentage de embasado. Ahora bien, ¿Cuál es la función de un primer bate? Anotar. No importa si te embasas mucho pero no anotas. En este sentido, Ichiro anotó 973 carreras por 940 de Henderson, con todo y que éste se robó 701 base y tomó 788 BB, cifras que doblan a las del japonés. Pero aquí vemos otro chance para resaltar otra estadística que pretende ser olvidada: las carreras empujadas. Según el escrito de Serrano, el fin del bateador es embasarse, no anotar ni empujar. Entonces, ¿qué hacemos con tener a Henderson o Ichiro en base, si nadie puede empujarlos? Seguramente no llegarán a la goma por obra y gracia del Espíritu Santo. Alguien tiene que dar los batazos para que estos anoten y mientras Ichiro lo hacía de manera constante en un equipo como Seattle, Henderson no lo hizo tanto a pesar de haber jugado con los Atléticos de los ochenta y los Yankees. En fin con esta tabla comparativa, sólo queremos dejar claro que nada tiene que ver el hecho de que Henderson, como lo dijo Efraín, era una máquina de embasarse, para decir que es mejor que Ichiro y sus hits. Pareciera ser entonces cuestión de gustos.

Henderson

J: 1182. VB: 4429 CA: 940. H:1286. 2H: 205 3H: 42 Hr: 120 CE: 459 BR: 701 B: 788 K: 614 Ave: .290. OBP 399

Ichiro

J: 1426 VB: 6099 CA: 973. H: 2030. 2H: 228 3H: 68. Hr: 84. CE: 515. BR: 341. B: 412. K: 597. Ave. .333 OBP 378


Si entienden estos números, no pude encontrar de insertar una tabla de excel, verán la superioridad manifiesta de Ichiro en casi todas las categorías. Pero entonces para saber quién es mejor, hay que evaluar esas cosas que como bien dice Sergio Machado, van más allá de las estadísticas. Henderson parecía más agresivo, pero Ichiro más efectivo. Asuman ustedes sus posiciones.




jueves, 22 de abril de 2010

Gracias por los datos sabermétricos

Mi amigo Ignacio Serrano me dedicó gentilmente algunas líneas que realmente me ilustraron mucho sobre este tema de la sabermetría. Sin duda que sus aportes me abrieron un poco más la mente sobre la temática y eso se agradece. Sin embargo, leyendo una y otra vez sus argumentos, se me vinieron a la cabeza otra serie de interrogantes o ideas que al final, me dejaron un poco más firme en mi convicción sobre la importancia vital que tienen las viejas estadísticas y que esto nuevo que esta surgiendo, no es más que una derivación de lo que ya estaba. Es decir, un médico siempre ha tenido como principal objetivo curar, por eso existía la medicina general y se requería una gran dedicación para ser un buen médico. Las estadísticas tradicionales son como los viejos médicos de antes, imprescindibles para hacer una evaluación general que luego será tratado por los especialistas. En pocas palabras, un doctor House es el mejor ejemplo de la viejas estadísticas.
En primer lugar quiero dejar claro que no estoy en contra de la sabermetría, sino de su elevación bíblica. Son sólo herramientas que a mi manera de entender, nunca van a sustituir a las otras. Cuando Serrano me dice que el objetivo de un bateador no es dar hits, sino embasarse, me pregunto: ¿Cuál es la manera en que yo como bateador tengo más chance de embasarme? Sin duda qua dando hits y eso se logra con un buen contacto en la mayoría de los casos. Las bases por bolas dependen muy poco del bateador, inlcuso dependen más de un tercero como lo es al árbitro. Es por eso que si no bateó sobre trescientos, no voy a ser lo productivo que mi equipo espera. El ejemplo más claro de esto es Ichiro Susuki. En toda su carrera de Grandes Ligas en sólo una vez tuvo un porcentage de embasado por encima de los .400, promedio con el cual según el trabajo se Serrano se considera bueno un jugador, pero en 8 de sus nueve temporada ha anotado 100 o más carreras y ha dado 200 o más hits. ¿A quién prefiere usted. A Ichiro o a Jason Bartlet o Denard Span, quienes tuvieron un OBP. más alto que Ichiro? Otro ejemplo que vale la pena observar es este. Adam Dunn tuvo el año pasado un OBP de .398. Ryan Howard de .360. Si el IBP estuviera por encima de las estadísticas tradicionales, cual G; contrataría a Dunn, pero las 141 empujadas de Howard, sus 45 jonrones y 105 anotadas, estadísticas de las viejas, son tajantemente más contundentes que el OBP. de Dunn, uno de los lìderes en este renglón en la Liga Nacional el año pasado. Por cierto en el 2009 sólo 2 de los 10 mejores bateadores en "average" de la LA tuvieron un OBP. por encima de los .400, mientras que en la Nacional, cinco de diez. Hay muchos ejemplos sobre esto, pero repito no es para desmeritar nada de la sabermetría sino de darle el valor que tienen las estadísticas tradicionales.
En cuanto al pitcheo, Serrano nos dice que objetivo del lanzador más allá de ganar juegos, es no permitir que se le embasen. Bueno a lo largo de la historia los que ganan juegos, han sido los mejores lanzadores y no porque necesariamente no embasen muchos corredores. Si nos vamos al Cy Young de la Americana en el 2010, Greinke le gana a Félix Hernández, no por sabermetría pues el criollo estaba muy parejo es todos esos índices con Greinke, le gana por la efectividad, la vieja y eterna escuela. En la LN Tim Lincecum supera a sus rivales, por una razón tradicional: los ponches. Pero bueno, uno no puede desechar las nuevas estadísticas ni no darle el valor a las viejas por eso ha sido y será tan interesante esta discusión.

viernes, 16 de abril de 2010

Puntos que pudieran servir para la Convención

Se viene una nueva convención de la LVBP y hay una temática muy interesante a tratar que bien pudiera sentar nuevas direcciones en nuestra pelota. La nueva convención a realizarse en Aruba vaya a usted a saber porque, centrará su discusión en los aspectos económicos del torneo. La nueva realidad económica nacional obliga a pensar en racionalizar los costos. El espiral de los salarios de los jugadores está tornándose cada vez más difìcil de controlar por lo que no es de extrañar que se comience a trabajar seriamente en un tope salarial. Las caracteríticas del mismo son el punto álgido para definir, pero creemos que la mejor forma en un tope por categoría de jugador, pues de esta manera no se limitaría la firma de nuevos prospectos. Se debería aplicar una escala máxima para jugadores que los mismos elencos consideren de primer nivel. Otro de los puntos importantes sería lo de los refuerzos y sustitutos. Si bien nunca hemos estado de acuerdo ni lo estaremos con esta figura, los equipos de la Liga no están dispuestos a eliminarla, al contrario, ante la gran cantidad de deserciones y prohibiciones, se hace necesario mantenerla, sin embargo, creemos que se hace imperativo reglamentarlo. Ponerle limites a los jugadores criollos que quieran jugar como refuerzos, es decir, que al menos tengan un tope turnos al bate y de innings lanzados. Se crean muchas suspicacias cuando un jugador estelar se presentan con su equipo una semana antes del round robin y luego participa en la semifinal, por eso con lo dicho se puede eliminar esta situación. Aunque se ha planteado muchas veces pero al parecer a nadie le importa el asunto, el tema de los cuerpos de seguridad de los equipos y la mala actitud hacia los medios es preocupante. No es posible que un equipo visitante imponga reglas se seguridad a la prensa local, también es imposible que no respeten las condicioanes de trabajo del equipo local. Esto debe superarse para poder dejar a los medio hacer su labor. La actualizaciòn y publicaciòn de las estadísticas en el tiempo más preciso posible, también es una acción que debe ser inmediata. Por ahora es todo lo que se nos ocurre, veremos que pasa.

lunes, 12 de abril de 2010

Columna El Tiempo de PLC

Séptimo Inning
Richard Gómez
Sin duda que la nota más importante de la semana ha sido el comienzo de los tres criollos que juegan con los Tigres de Detroit. Con marca de 5-1, los dirigidos por Jim Leyland han tenido un comienzo importante en una División sumamente pareja. Estos cinco triunfos en gran parte o en su totalidad se deben a la producción de Miguel Cabrera, Magglio Ordóñez y Carlos Guillén. En los seis primeros juegos, Detroit ha marcado 35 carreras, 16 han sido por parte de los venezolanos, de los 66 hits, 31 son del trío mencionado y de las 29 carreras empujadas, 16 son los Cabrera, Magglio y Guillén. Este inicio sin duda que llama la atención, pues demuestra que hay un compromiso importante asumido por estos peloteros. Magglio por dejar atrás su temporada pasada en la cual se le cuestionó mucho, Cabrera por todo lo que pasó en los últimos días de de la campaña 2009 y de Guillén por demostrar que cuando está sano, es de los más temibles chocadores del béisbol. A lo largo del Spring Training, Leyland siempre dejó bien claro que mucha de la suerte de este equipo iba a depender de estos jugadores y que en la medida en que ellos produjera, en esa misma medida las victorias llegarían con mayor frecuencia. Los Tigres aún tienen que hacer algunos ajustes en el pitcheo, pero por ahora han enseñado que van a luchar muy duro en la División. Por cierto, Ordóñez alcanzó los 400 dobles de por vida y con sus 6 anotadas igualó a David Concepción y quedó a 7 de las mil.
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Los Gigantes de San Francisco tienen el mejor pitcheo abridor en la División Oeste de la Liga Nacional y pueden llegar a presumir que es el mejor de la Liga. Hasta los juegos del domingo, los Gigantes exhibían una efectividad de 2.79, con 52 abanicados en 58 entradas y un average en contra de apenas .216. Si bien es cierto que el único abridor en ganar juegos a sido Lincecum con dos, el resto de la rotación ha tenido buenas salidas y sólo Jonathan Sánchez no pudo completar un trabajo más allá de los cinco episodios. Lo de Lincecum en formidable, pues muchos entendidos comenzaron el año diciendo que este derecho había perdido velocidad, que ya no ponchaba a tantos, su mecánica era irregular etc. Lo cierto de todo es que es joven hippie ganador de dos Cy Young, comenzó la campaña con 2-0, 17 ponches en 14.0 entradas para un promedio de 10.9 y apenas una carrera limpia. Los contarios le conectan para .171 con apenas un jonrón permitido. Junto a este pitcheo abridor de calidad, nos encontramos con un bullpen donde Jeremy Affeldt, quien como relevista ha ganado dos y ha salvado uno. El closer Brian Wilson tiene de 2-2 en salvados. Con una ofensiva que tiende a mejorar, el pitcheo de los Gigantes puede sacar una ventaja importante en esta División.
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Aroldis Chapman ponchó a nueve en su primera salida en ligas menores y se dice que puede abrir esta misma semana con los Rojos de Cincinnati… Roy Halladay (2-0) se unió a CC Sabathia y Roy Oswalt como los lanzadores más ganadores desde el 2001, al tirar juego completo frente a los Astros y obtener su triunfo 131 desde ese año… Venezolanos destacados en las menores: En la Internacional League AAA Rómulo Sánchez abrió con el Scranton Barron y en 4.2 no permitió carreras y ponchó a 5. En esa misma Liga y con el Syracuse Carlos Maldonado bateó para .417 con dos dobles y un jonrón… En la Pacific League AAA, Hernán Iribarren con el Oklahoma dio de 11-5, con doble, triple y cuatro anotadas para promedio de .429. Jhoulys Chacín con el Colorado, abrió y apenas le dieron un hit en 5.0 entradas, ponchado a 6… En Southern AA, Guillermo Quiróz con el West Tenn, bateó .538 con par de jonrones y siete empujadas. Miguel Socolovich del Chattanooga, en dos juegos lanzó 5.0 innings sin carreras y trío de ponches. En la Texas League, Ernesto Mejías del Arkansas, batea para .357 con cuatro empujadas un cuadrangular. Eduardo Escobar con el Winston Salem de la Carolina League A, dio para .500 con 8 hits en 16 veces al bate. David Paisano dio para .455 con el Bakersfield en la California A.

jueves, 8 de abril de 2010

El dilema de Guaros de Lara

Cuando nos acercamos al final de la ronda eliminatoria, Guaros se encuentra fuera de los tres primeros puestos que dan la posibilidad de disfrutar la localia en la ronda de postemporada. Las causas son variadas, pero la principal ha sido la poca continuidad y efectividad de los jugadores importados. Hasta la fecha, Guaros no ha podido contar con un jugador comunitario que ayude al resto del club, además, Cordell Henry ha estado lesionado y lejos de ser aquel jugador determinante de años atrás. Sin embargo, el trabajo de los criollos ha sido monumental y a ellos se debe la gran mayoría de triunfos que tiene el club. Sin embargo, para la recta final, la Gerencia de los Guaros ha sido capaz de tener en la mesa hasta cuatro jugadores para poder colocar lo tres que tendrán la responsabilidad de llevar al equipo a lo más alto posible. Torraye Braggs es una carta fija por lo que todos sabemos. Rommel Beck de llegar a venir, es otro fijo, por lo que el técnico Guillermo Vecchio tendrá que escoger entre Arthur Long y Henry. Con la recuperación de Heissler Guillén, Guaros soluciona su problema de conducción. Por allí entonces uno especula la posiblidad de jugar con Long y Braggs. Vecchio quiere tener un respaldo para Guillén y de seguro tratará de buscar lo mejor de Henry. Pienso particularmente, que Guaros tiene que dejar a Long y Braggs y esperar a Beck, de no venir el mexicano, buscar en el mercado un puesto dos comunitario. Long y Braggs garantizan rebotes, puntos y defensa. Ambos se mueven bien en la pintura y tienen una buena media distancia y Long incluso tiene buen porncentage de tres puntos. Dicha pareja también es explosiva, pues son de conductas impredecibles. Si uno revisa las nóminas de Marinos y Cocodrilos, no encuentra tanta altura como la que puede tener Guaros, pero si velocidad. Por eso es que la llegada de Beck u otro alero que puede correr, será determinante. Guaros tiene las piezas, sólo falta adecuarles en el poco tiempo que queda. Veremos que pasa.

miércoles, 7 de abril de 2010

A 30 años del debut de Luis Leal


Muchos son los muchachos que sueñan con jugar en las Grandes Ligas. A otros solamente se les presentó la oportunidad. En todo caso, la historia de Luis Leal es la misma de aquellos que firman para jugar béisbol profesional. “De verdad nunca tenía eso en mente. En primer lugar jugaba fútbol y el béisbol era secundario para mí. Mis hermanos me fueron llevando poco a poco al juego y comencé a destacarme”, nos comentó el barquisimetano que fue convencido por Domingo Carrasquel para firmar al profesional. “Jugaba AA con Galletera El Ávila y Domingo era manager del MOP. Entre ambos equipos siempre había gran rivalidad. Era pitcher y centerfield”. Leal, comenzó sus estudios en el Pedagógico y a la edad de 22 años, para muchos ya el sueño era imposible, firmó con los Azulejos de Toronto y los Cardenales de Lara, a través de Epy Guerrero. “Firmé los dos contratos al mismo tiempo para tener oportunidad de ir directamente a los Estados Unidos, pues con esa edad tenía que hacer todo más rápido”, nos dijo Leal en conversaciones pasadas.
Fugaz pasantía por las menores
Su primer año en las menores la pasó en el equipo Dunedin Clase A de los Azulejos de Toronto en 1979. Leal tenía una buena experiencia en la pelota criolla AA y se “paseó” la Liga, dejando record de 12-2, con una efectividad de 2.64. El 11 de mayo de 1979, tiró su mejor juego al dejar sin hits al equipo de Tampa. A finales de temporada, fue promovido al Syracuse AAA, ganado uno en la eliminatoria y dos en los playoffs. Su actuación le valió una invitación a la Liga Instruccional. “Me llevaron allí para perfeccionar mi slider. Bob Humprey me la enseñó en Venezuela y luego practiqué mucho con él”. En 1980 Leal por primera vez fue invitado al campo de entrenamientos del equipo grande de los Azulejos, allí pudo compartir con Dave Stieb, quien se asomaba como el mejor de la rotación, Jim Clancy, Paul Mirabella y un grupo más experimentados de lanzadores. Su asignación finalmente fue para la filial AAA en Syracuse. Luego de dos meses de campaña y con record de 6-5, Leal recibió la feliz noticia, luego de año y medio en las menores
Debut soñado
Leal siempre fue admirador de los Yankees de Nueva York y coincidencialmente de Tommy John. Así que por cosas del destino, le tocó verlo en su primer juego de Grandes Ligas. “El día que me subieron me llamaron junto con Lloyd Moseby. Nos dijeron que teníamos que irnos rápidos a Toronto. No tenía pasaporte canadiense y apenas un pantalón y dos camisas. Ellos me dijeron que saliera que se encargarían de lo demás”, dijo Leal. Toronto se enfrentaba a los Yankees y el manager Bobby Mattick le dijo que tenía que lanzar al día siguiente. “Imaginate. Iba a debutar con el equipo que más quería. Sin duda que en la noche estaba nervioso más al saber que Tommy John estaba de rival. Pero cuando salí al campo y tiré mis primeros pitcheos todo pasó”. El juego era en Yankees Stadium y un día domingo a las 2 y media de la tarde. Los Azulejos se fueron arriba y Leal comenzó a trabajar con esa ventaja. Willie Randolph abrió con hit, pero Bobby Brown bateó para dobleplay. En el segundo los Yankees empataron a dos con un jonrón Graig Nettles. Leal nunca pudo sacar una entrada por la vía del 1-2-3, pero la defensiva de los Azulejos lo ayudó con tres dobleplays. En total lanzó 7.2 le dieron 12 hits y recibió tres carreras, sin ponches. En Barquisimeto, el debut de Leal fue todo un acontecimiento y fue muy celebrado. Luego de esa primera salida, Leal tuvo cinco juegos más, todos como abridor. El 2 de junio tiró 0.2 ante California, el 8 de junio alcanzó su mayor cantidad de ponches con 8 ante Minnesota. Entre el 2 y 30 de junio, su record fue de 0-3 por lo que fue enviado a las menores para mejorar su rendimiento.
Nuevo llamado y consolidación
En septiembre de 1980, Luis Leal regresó a las Grandes Ligas para iniciar una cadena de cinco temporadas seguidas como miembro del staff de abridores de los Azulejos. En ese mismo mes, pero el día 4, debutó su compañero de mil batallas en Cardenales: Luis Aponte, con el uniforme de los Medias Rojas de Boston. Ambos lanzaron en el mismo juego una sola vez en Grandes Ligas, el 28 de mayo de 198, siendo Aponte el derrotado.
El 23 de septiembre de 1980, Leal ganó su segundo choque al tirar juego completo ante los Yankees, otra vez, permitiendo apenas dos imparables. En total el larense se retiró con 51 triunfos de por vida, siendo el primer criollo en ganar tal cantidad de juegos. En tres temporadas tiró 200 ininngs o más y en dos ocasiones ganó 13 juegos. Sin temor a equivocarnos, podemos asegurar que Leal fue la primera estrella del pitcheo criollo en las Mayores. “Tuve una buena carrera que pudo ser un poco más larga, pero para alguien que nunca pensó jugar en Grandes Ligas, la experiencia fue única”, nos dijo Leal en una tarde de conversa. Su record de 51-58 pudo haber sido mucho mejor en otro equipo, pues a Leal le tocó vivir la época bisoña de los Azulejos. Un equipo con apenas dos años de vida y que nunca salía del último lugar.
Luis Leal en Grandes Ligas
Año equipo JL JI G P S IL HP CP CL B K Era.
1980 Toronto 13 10 3 4 0 60.0 72 35 30 31 26 4.53
1981 Toronto 29 19 7 13 1 129.2 127 63 53 44 71 3.68
1982 Toronto 38 38 12 15 0 249.2 250 113 109 79 111 3.93
1983 Toronto 35 35 13 12 0 217.1 216 113 104 65 116 4.31
1984 Toronto 35 35 13 8 0 222.1 221 106 96 77 134 3.89
1985 Toronto 15 4 3 6 0 67.1 82 46 43 24 33 5.75
Total 6 Temp. 165 141 51 58 1 946.0 968 476 435 320 491 4.14

Las nuevas estadísticas en el beisbol

El beisbol es tal vez, sino, el deporte donde las estadísticas son más variadas y más usadas. Sin ellas pareciera que no tiene ninguna finalidad el seguir este deporte, pues el rendimiento del atleta se mide, generalmente por éstas. Todos los que de una u otra forma somos seguidores de este juego, sabemos que el average, el Era, el porcentage de fildeo y otras variables mìnimas, nos ayudan a evaluar y categorizas el nivel de los jugadores y del equipo. Ahora mismo, existe una nueva técnica estadísticas que está siendo muy publicitada y se el está dando a mi juicio, un súper valor, cuando sus mediciones en realidad no te dicen quién es un Estrella y qué equipo es el mejor. Ahora todos hablan de la sabermetría, que si hay un método para evaluar el fildeo, que si a un pitcher le dan más rollings que fly, que si logras más ponches abanicando, que si le pegas más o no a la bola. ¡Paja¡ Sin querer menospreciar el gran trabajo que hizo quien haya inventado estas ecuaciones, de verdad que las primeras son todavía, las que merecen la pena para evaluar o hablar sobre un pelotero o equipo. ¿De qué me puede servir a mi saber que a "X" lanzador le batean más rodados que elevados, si la mayoría de batazos son hits? ¿ Si "X" oufield agarra topda las pelotas con una elevación menor de ciatro metros sobre el terreno y una velocidad de 80 MPH, si ese carajo batea para .250 y empujar 60 carreras por temporada?. Que el WHIP de Pedro Pérez es de 1.35 y el de Juan es de 1.46. Pero resulta que Juan gana 18 juegos en la temporada y Pedro apenas es un lanzador de .500. Se dijo que los Atléticos de Oakland fueron el primer equipo sabermétrico del beisbol, pero la última gran época de este club, fue cuando estaban Rickey Henderson, José Canseco, Marl McGwire y compañía. Claro está que las nuevas formas de medir el juego, sirven. pues todo lo que sea para conocer más, es bueno. Lo malo es que muchos crean que son los nuevos Jedi del beisbol porque descubrieron nuevas estadísticas sabermétricas. Me quedo con las viejas y dos de las nuevas.